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Entrevistas

Fede Gómez: «La experiencia en Estados Unidos me ayudó mucho dentro y fuera de la cancha»

Tras un año lleno de éxitos y experiencias nuevas, Federico Gómez repasó su enorme temporada en diálogo con Set Tenis.

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«Tarda en llegar y al final, al final hay recompensa», reza un fragmento de la canción «Zona de Promesas» de Mercedes Sosa. Tranquilamente podría resumir la carrera de Federico Gómez, quien a sus 28 años se encuentra transitando la mejor etapa de su vida como jugador de tenis.

Tras un período en Estados Unidos, donde se graduó en Administración Deportiva y compitió en el Circuito Universitario, dejó de jugar por un tiempo y siguió como entrenador, pero sentía que algo le faltaba y ahí se dio cuenta que podía darse una oportunidad más como jugador. Y claro que valió la pena. En 2021 se lanzó nuevamente, los resultados poco a poco lo fueron animando a más y en este 2024 dio la nota.

Empezó el año en el puesto 376° y superó la qualy del ATP de Córdoba, para hacer su estreno absoluto en un cuadro principal en este nivel. Pero no fue solo eso, sino que campeonó en los Challenger de Milán, Trieste y Guayaquil, ganó un partido en la clasificación del US Open y sumó su primer triunfo ATP en el 250 de Chengdu para cerrar la temporada en el escalón 137° de la clasificación mundial. Premio a la perseverancia.

En ese contexto, dialogó con Set Tenis y repasó las emociones vividas a lo largo del año.

Federico Gómez, mano a mano con Set Tenis

Creo que sería sencilla la respuesta si te pregunto por el balance del 2024… Más vale contame las sensaciones y emociones que fuiste experimentando.

El balance es muy bueno, pero yo creo que dividiría el año en dos. De enero a junio diría que fue un año normal, de un jugador que estaba 300 en el ranking, con semanas buenas y malas. De julio para adelante sí fue muy bueno, con tres títulos de Challenger, tuve una muy buena gira en China y pude jugar mi primer US Open, que fue muy lindo. Pero a veces hay emociones que son difíciles de controlar, creo que por ese lado estuvo un poco la dificultad. Estamos trabajando con mi equipo para empezar a normalizar estas situaciones. Tenísticamente me sentí muy bien en el último tiempo.

Fede Gómez vivió un año repleto de emociones.

¿Qué objetivos tenías planteados objetivos antes de arrancar el año? ¿Dadas las circunstancias los fuiste cambiando sobre la marcha? 

A principio de año, que arranqué 376° del ranking, el objetivo era poder jugar la qualy de los Grand Slam. Sabía que no defendía muchos puntos y tenía en claro que era difícil, pero posible. Obviamente no esperaba todo lo que me pasó, pero ahí hubo un cambio más que nada mental. Cuando yo gano el Challenger de Milán, era la primera semana que estaba con mi equipo de ahora y la charla era para apuntar a la qualy de los Majors y haber ganado el Challenger viniendo de la clasificación, sorprende, entonces, tuvimos que ir adaptándonos. No es nada fácil la semana siguiente después de ganar un torneo. Hoy en día las charlas son otras, porque queremos ir por más. El objetivo ya está cumplido.  

Teniendo en cuenta que logras una mayor exposición, ¿Cómo te fuiste adaptando a ese crecimiento?

Yo disfruto contar mi historia y mi experiencia. Creo que cada uno tiene su propio camino, yo tuve el de la Universidad y la verdad es que estar viviendo todo esto a los 27/28 años, es algo muy lindo. Quizás si es un desgaste de energía. Cuando volví de la gira de China a Buenos Aires, si sentí el desgaste por varias situaciones de que daba entrevistas y me hacían preguntas todo el tiempo, pero los estamos trabajando con mi equipo para seguir concentrado y con el foco puesto en lo que tenemos que hacer. Obviamente, también trato de dedicarle tiempo a esas cosas que son extra tenísticas.   

¿Cómo fue la reacción por ganar un Challenger por primera vez? 

La verdad es que el primero lo disfruté poco y nada. Yo nunca había pasado cuartos de final en un Challenger y en Milán fue la primera vez y empezaron las dudas y los nervios. La semifinal la arranqué mal y estaba jugando contra un amigo, pero pude ganar y quizás son partidos que se disfrutan después. Yo me empecé a dar cuenta del segundo semestre que tuve, después de ganar Guayaquil. Ahí dije: pucha, no es fácil ganar tres Challenger en un año, e incluso en un mismo semestre. Ahí me di cuenta que había sido algo groso.  

Ya que mencionaste la Universidad… ¿Dónde crees qué está la gran diferencia entre el circuito universitario y el mundial? 

La principal diferencia es que uno juega para un equipo. Es algo que te saca un peso de encima, pero no es nada fácil. Muchas veces uno gana un buen partido y el equipo pierde y están todos con la cabeza en que se perdió o viceversa, que también ayuda a digerir la derrota. Yo creo que la experiencia en Estados Unidos me ayudó mucho como jugador y fuera de la cancha. Tenía muchas responsabilidades extra tenísticas, como ir a clases, después con el tutor, o la nutricionista, entonces me ordenó. Yo lo veo como un camino súper viable. Es más, ahora salió una ley para que a los jugadores le puedan pagar y lo están haciendo. Entonces quizás pasas unos años formándote en la Universidad, compitiendo en un alto nivel y te juntas con un dinero que te puede servir para salir a competir afuera. Es algo que a mí me hubiese gustado tener.  

En entrevistas anteriores comentaste que durante el período que estuviste sin jugar, sentías que te falta algo, pese a estar muy cómodo, ¿Cómo te diste cuenta que tenías esa necesidad de volver a competir? 

Sentía que podía darle una chance más al tenis. Nadie me aseguraba que iba a llegar a donde estoy hoy, porque el tenis es muy cambiante, pero sí sentía que podía darme una oportunidad de jugar porque tenía la espina de haber jugado un tiempo y después no haber podido seguir. Estaba mediamente acomodado en la vida, me empujaron un poco a hacerlo y entonces dije me la juego, el momento es ahora, así que por ahí vino el regreso. 

La remera roja, un sello distintivo del tenista argentino.

En ese lapso como entrenador, ¿Aprendiste cosas nuevas qué muchas veces no se aprecian como jugador?

Creo que aprendí mucho escuchando y viendo de otros entrenadores. Varias veces fueron jugadores argentinos a hacer pretemporadas o a pasar semanas de entrenamiento a la Academia donde yo estaba y eso también me fue dando mucha información. Es más, hasta hay veces que me juega en contra, porque se lo que tengo que hacer, pero no lo puedo llevar a cabo. Me pongo muy exigente y es algo que también estoy trabajando con mi equipo. Sí puedo decir me aportó mucho desde la maduración, de poder entender el juego, los estilos. Estoy seguro que me hizo dar cuenta que extrañaba estar en una cancha de tenis.  

Y hablando de juego, ¿Dónde sentís que todavía podes crecer como jugador? 

Yo creo que en todos lados. Todos hablan de que tengo muy buen saque y derecha, pero en eso estoy buscando mejoras. Estoy intentando mejorar la movilidad. Con el equipo estamos haciendo muchos trabajos de desplazamiento, de transferencias de peso y de la subida a la red. Le estamos dando mucha importancia a todo lo que es físico-tenístico y la verdad es que se están viendo los resultados en los entrenamientos. Obviamente que todavía no empezó la competencia, pero se notan. Todavía estamos lejos de donde queremos estar, pero en el camino correcto. Fuera de lo tenístico, estoy aprendiendo a estar un poco más solo. Soy una persona que le gusta hacer muchos planes y estar todo el tiempo activo. Cuando estoy en Argentina, mis conocidos me mandan mensajes para hacer algo y yo les digo a todos que sí. Son todos cambios que se van a ver reflejados con el tiempo, porque son procesos largos.  

¿Cómo armás tu calendario tenístico? ¿Te cuesta pasar mucho tiempo solo y lejos de casa?

A mi me gusta viajar, yo no tengo problemas. Es más, me fui un mes a China con el fisio nomás, sin entrenador. Soy de ir a lugares nuevos porque nadie te conoce, en cambio acá en la gira sudamericana todo el tiempo estás jugando con un conocido o un amigo y eso a mucha gente le cuesta. Por ejemplo, en Guayaquil le gané a varios amigos del circuito y eso nunca es fácil. Siempre también uno busca ir a donde se sienta más cómodo, pensando obviamente en la superficie de los torneos. Yo este año estuve tres meses solo en Europa y me terminó yendo bien las últimas semanas. Mi equipo físico me decía que pare, pero yo me estaba sintiendo bien a medida que avanzaba. Era como que iba entrando en mi zona. Yo, por ejemplo, cuando paro, me cuesta un poquito arrancar.  

La verdad es que me gustan todas las superficies, aunque nunca jugué en césped. Me adapto a todas. Podría decir que la que menos me gusta es el polvo de ladrillo lento. Si me das a elegir, prefiero el polvo rápido.  

¿Cómo fue la experiencia US Open? ¿Qué sentiste al jugar un torneo tan importante? 

Lo primero que hice, fue pedir que me hagan de nuevo la credencial porque me habían puesto una foto vieja, de cuando estaba en la Universidad y parecía mi hermano, ja. Después la verdad es que fue una alegría terrible. Tuve la suerte de tener a mi equipo ahí acompañándome, y eso fue algo muy importante para mí. Traté de disfrutar todo. Imagínate que mi locker en el vestuario estaba al lado del de Stan Wawrinka y de Andy Murray, por más que el no haya venido. Estaba también el locker de Roger Federer, porque a los que ganan el torneo, se lo dejan ahí. Compartir el vestuario con jugadores como Carlos Alcaraz y Jannik Sinner es una experiencia hermosa. Y después adentro de la cancha uno trata de disfrutar y de ganar, obviamente. Pude imponerme en un partido, en el que empecé jugando normal y después muy mal, pero la luché. Tenía mucho público que me estaba apoyando y eso ayuda. Traté de disfrutar todo lo que más pude.  

La potente derecha de Gómez se transformó en su golpe más peligroso.

Se pude decir que tuviste un año de crecimiento y disfrute… 

La verdad que sí. Obviamente uno no va a disfrutar todo el año ni todos los años, porque el tenis es así. Lo tengo bien en claro. Tengo que tratar de ser lo más regular posible, porque puede pasar que vengan rachas de malos resultados y hay que estar preparado para afrontar esos momentos donde todo se hace muy cuesta arriba. Tener la gente adecuada alrededor de uno, también ayuda.  

¿Hoy en día como está compuesto tu equipo de trabajo? 

La parte física la vengo trabajando con Tenis Tranning Pro, que es un equipo en el que también están otros jugadores como Mariano Navone, Juan Pablo Varillas o Juan Pablo Ficovich. Somos bastantes. La parte de tenis la estoy trabajando con un equipo en el que están César Chiappari y Mariano Ottolini. A mitad de año cambié el equipo y La primera gira que hice con “Chepi” este año fue increíble. Viajamos por tres semanas y ganamos dos. Íbamos a hacer seis semanas, pero hicimos la mitad y nos volvimos a preparar el US Open porque nos fue muy bien. Creo que tener un equipo y no un solo entrenador ayuda mucho para ir rotando porque se viaja muchas semanas en un año y hay que entender que los entrenadores también tienen familia y una vida, como nosotros. Entonces le buscamos la forma de que sea lo más llevadero y sano para todos.  

¿Cómo es el Fede Gómez fuera de la cancha? 

Totalmente relajado. Soy alguien que no planifica los días libres fuera del tenis. Soy super tranquilo. Me gusta mucho jugar al golf, aunque ahora no lo estoy haciendo. Sí lo hacía mucho cuando estaba en Estados Unidos. También me gusta jugar al fútbol, pero ahora no se puede, je. Tuve una mala experiencia hace un par de año, entonces no quiero hacerlo. Soy de juntarme mucho con mi familia, mis amigos o de ir al club a tomar mates y charlar con la gente de ahí que siempre tiene preguntas para hacer. Me divierte, porque es gente con la que me crié.  

¿Ya te planteaste los objetivos para el 2025? 

Sí, entrar al top-100 es la gran meta. No va a ser fácil y falta mucho. Tenemos una forma de ver las cosas con el equipo que la verdad me está sirviendo mucho: ir punto a punto, game a game, set a set y día a día. Esa mentalidad me ayudó muchísimo y fue creciendo. En el tenis nunca sabes lo que va a pasar porque podes ir perdiendo y en dos o tres puntos te cambia completamente el partido o incluso la semana, entonces lo vamos llevando muy tranquilo.

Soy de Río Tercero, Córdoba. Me recibí de periodista deportivo en julio de 2021. Desde 2017 trabajo para diferentes multimedios digitales. Contacto: santafranche29@gmail.com

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