Mirra Andreeva se despidió de Roland Garros, luego de caer frente a la revelación del torneo, Lois Boisson. El encuentro le fue esquivo a la joven rusa de 18 años desde un principio y no pudo imponer el juego al que nos tiene acostumbrados. La moscovita le adjudicó su derrota no solo a su rival que la superó desde lo deportivo, sino también a la influencia negativa que tuvieron los fanaticos franceses para con ella, en su afán de alentar por la jugadora local.
Luego de su derrota, la número seis del ranking asistió a una conferencia de prensa en la que habló sobre la complejidad del partido disputado: «Creo que en el primer set lo manejé bastante bien. No le presté mucha atención (al público), pero obviamente, con los nervios y la presión, se volvió un poco más difícil. Pero, en fin, creo que puedo aprender de esto. Obviamente fue un partido difícil, pero ella jugó muy bien. Hay muchos aspectos positivos que puedo sacar de esta semana. Le deseo mucha suerte para el resto del torneo» confesó la campeona de Indian Wells.
Andreeva sobre el público de Roland Garros: «No son agradables»
Mirra Andreeva también hizo referencia al disgusto que sintió con el público francés. «Muchas jugadoras sienten presión cuando juegan, obviamente cuando tienen que defender los puntos o cuando tienen que defender el título. Es parte de este deporte, no es tan agradable, pero simplemente hay que aprender a lidiar con ello» expresó la rusa.
El conflicto con la grada comenzó durante el segundo set, cuando la jóven estalló de furia por un error no forzado y terminó golpeando la pelota hacia arriba, lo que provocó no solo el abucheo del público en París sino también una situación riesgosa debido a que podía impactar en algún espectador. Fue en ese momento cuando la jueza del partido intervino rápidamente y decidió darle un warning a Andreeva por su actitud, algo que no la dejó conforme y la sacó claramente del encuentro.
Luego de esto, tras un intenso intercambio, cuando la nacida en Krasnoyarsk tenía la pelota servida en la volea para terminarlo, Boisson cantó mala una pelota muy finita y frenó el desarrollo. La umpire volvió a tomar protagonismo, caminó hasta el pique, confirmó que se había ido y Mirra fue discutir por el hecho de que su rival continuó la jugada antes de reclamar. Estas situaciones y el mal nivel demostrado durante el partido, fueron los desencadenantes del conflicto para con los espectadores.
