La ATP sacudió el mundo del tenis al confirmar una noticia que se venía rumoreando con fuerza: Arabia Saudita será la sede del décimo Masters 1000 del calendario a partir de 2028. El anuncio oficial marca un antes y un después en la estructura del circuito, con la región de Medio Oriente ganando un peso inédito en el deporte.
Si bien la confirmación ya está sobre la mesa, todavía quedan varios detalles importantes por definir. La ATP no especificó ni la ciudad concreta que albergará el torneo ni la fecha exacta en la que se disputará. Tampoco se conocen los pormenores del acuerdo, aunque se estima que la inversión económica será monumental, algo habitual en los proyectos deportivos del país árabe.
La ATP da un paso más en la expansión
La llegada de este nuevo torneo de categoría Masters 1000 responde a la clara estrategia de expansión y fuerte inyección de capital de Arabia Saudita en el tenis. El país ya organiza las Next Gen ATP Finals en Yeda y recientemente se convirtió en socio inversor del circuito masculino, además de buscar activamente la sede para otros eventos de primer nivel.
Este movimiento eleva el total de torneos de esta categoría a diez. Actualmente, los nueve Masters 1000 son Indian Wells, Miami, Montecarlo, Madrid, Roma, Canadá (Montreal/Toronto), Cincinnati, Shanghái y París-Bercy. Sumar uno más implica un cambio significativo en la carga competitiva de los jugadores top.
¿Cómo afecta el Calendario este nuevo Masters 1000?
La incógnita principal pasa por saber dónde encajará este nuevo Masters 1000 saudí. El calendario ATP ya está apretado, por lo que la ATP tendrá el desafío de acomodar el evento sin sobrecargar demasiado a los tenistas. Se especula que podría ubicarse en la «gira de cemento» de principios de temporada o al final del año.
La decisión de la ATP generará debate entre los especialistas y los propios jugadores, algunos a favor de la expansión y otros preocupados por la acumulación de viajes y partidos. Lo cierto es que, con la confirmación de Arabia Saudita para 2028, el circuito profesional masculino inicia una nueva era con más torneos grandes y una inyección de capital sin precedentes.
