Roland Garros está dándonos jornadas de alto nivel de tenis. Con la primera ronda ya culminada, el certamen francés ya dejó algunas sorpresas y también historias más que interesantes de protagonistas de suma importancia.
Es el caso de Gael Monfils, un histórico del deporte, quien consiguió hoy a última hora derrotar en un enorme partido a Sebastian Baez con parciales de 3-6, 6-3 7-5, 1-6 y 7-5.
No solo fue emotivo por el rival, sino también, por las formas. Es que, el francés, se encontraba en el quinto y definitivo set 0-4 y con el argentino contando con una posibilidad para quebrar nuevamente. Fue allí donde cambió todo y dio vuelta un encuentro que quedará para el recuerdo.
Las declaraciones de Monfils luego del triunfo
«Definitivamente está en el top2 de mis partidos. Tuve uno prácticamente igual hace algunos años, contra Pablo Cuevas en la Lenglen. El ambiente fue excepcional, al igual que hoy. Está claro que el de hoy sabe diferente: soy más viejo y había menos oportunidades, por así decirlo, de que pudiese ganar hoy. Sí, diría que top2 o top1. Lo de hoy fue un ambiente increíble, imagino que también para los espectadores. Sé que había algunos amigos míos que por primera vez han venido a Roland Garros, así que diría que ha sido una gran experiencia para ellos».
No me esperaba ni tan siquiera remontar, pero tomé las decisiones tácticas correctas. Lo que hice lo hice desde muy adentro, desde mi corazón. Por eso perdí el cuarto set. Estaba muerto. Alguno podría decir que por qué no hice nada más: no podía hacer nada. Es una locura. Conseguí hacerlo, a nivel mental, en Roland Garros. Me dije a mí mismo: ‘No te preocupes, voy a recuperar y voy a ganarle y matarle en el quinto’. Pensar esto es de estar muy loco. Sí, te digo la verdad, esto es lo que me dije a mí mismo. Soy muy honesto conmigo mismo. Si hubiese perdido 6-4 en el cuarto set, hubiese caído 6-1 en el quinto«.
«En el quinto set pensé tres cosas. En primer lugar, que no quería perder con un rosco (0-6). Solo Murray me ha hecho esto, creo que Robredo también. Al menos quería ganar un juego. Entonces, y de manera inconsciente, pensé que si conseguía empujar al máximo, al otro lado estaba la otra pista… ¿quién sabe? ¿Quién sabe? Con esos pensamientos me hizo feliz ganar un juego. Pensé que ya no habría rosco. Y ahí, dos grandes golpes de derecha, y me imaginé que todavía faltaba un mundo, que podría hacer algo. Me dolía todo, de verdad. Por eso nos llaman atletas de alto nivel, porque a veces eres capaz de soportar el dolor, pero lo sentí de verdad. Mis golpes eran cada vez más fuertes, pero me dolía todo».
Declaraciones: Punto de Break.
