Emiliana Arango es una tenista colombiana que nació en la ciudad de Medellín, el 28 de noviembre de 2000. A su corta edad ha sabido sobreponerse a todo tipo de adversidades en su carrera, donde su familia jugó un papel fundamental para que ella pueda continuar creciendo como profesional.
De a poco se fue haciendo su lugar en el circuito. Llegó a ser top 10 del mundo en Junior y en dicha categoría alcanzó las semifinales del US Open en 2017. Su rendimiento era tan bueno que casi sin darse cuenta comenzó a competir en el circuito profesional.
Arango estaba viviendo uno de sus mejores momentos cuando todo se volvió oscuro para ella. En 2018, a sus 17 años, se encontraba en el puesto 510 del ranking, y entró como wildcard al WTA 250 de Bogotá. ¿Qué puede ser más lindo jugar tu primer torneo profesional en tu país natal? La colombiana se agarró de ese envión y con mucha decisión venció a Verónica Cepede Royg en su primer partido. Con otro triunfo más, llegó a los cuartos de final, donde se enfrentó a Anna-Karolina Schmiedlova. Sin embargo, ese encuentro no pudo llegar a su fin, ya que Arango sufrió en su cadera una de las peores lesiones de su carrera que la marginó de las canchas por seis meses.
«Sufrí muchísimo, no fue nada divertido. Lo pasé muy mal durante mucho tiempo, volvía a jugar y seguía sintiendo dolor. Necesité cierto tiempo para volver a sentirme fuerte, y aquellos momentos le quitaron la diversión a este deporte. No podía pegarle a la derecha como quería, la gente apuntaba a ese golpe y me hacía sentir insegura, no era una buena sensación», expresó la colombiana recordando ese momento.
Debido a esto, para agosto del 2019, Emiliana se encontraba fuera del top 1000. Le costó, pero para finales de marzo del 2020 había logrado posicionarse entre las mejores 500 del mundo. Parecería ser que la vida juega en contra de Arango, ya que cuando mejor se sentía apareció el COVID-19 y una nueva lesión volvió a tocar su puerta: “Eso no fue divertido para nadie. Luego, justo cuando estaba jugando muy buen tenis otra vez, me lastimé la rodilla y eso tomó un poco más de tiempo”.
Las lesiones la volvían a alejar de las canchas y en esa ocasión fueron siete meses. Desde noviembre de 2021 a mayo de 2022, la colombiana fue bajando nuevamente en el Ranking. De estar 235° pasó al puesto 444°. Todas estas trabas en su carrera solo sirvieron para hacerla más fuerte: “Aprendí que soy muy resiliente. He soportado todo eso y todavía puedo trabajar muy duro y salir a llevar mi juego a niveles más altos y esforzarme por ser mejor”.
Arango decidió empezar la temporada 2023 con otra mentalidad, dejando atrás todo lo ocurrido previamente. Así es como empezaron a llegar las buenas noticias: consiguió sus primeras victorias en las fases previas de Grand Slam en Roland Garros, Wimbledon y el US Open.
Además, alcanzó los cuartos de final en el Masters 1000 de Guadalajara, en donde cayó ante María Sakkari (#9 del mundo). La joven de 22 años esta semana arrancó el torneo en el puesto 180 y con su destacada actuación logró ascender al Top 120, su nuevo mejor ranking.
La colombiana sabe que sola no hubiera tenido la mentalidad para superar todo lo que le pasó. “Me considero muy, muy afortunada de tener una familia que me apoya. Empezando por mi mamá, sus padres, sus hermanos, todos contribuyeron. No tengo suficientes palabras o acciones para decir gracias. Sin ellos no estaría aquí. Ellos saben de dónde vengo y cómo he llegado hasta aquí».
