Sinner: “Podemos convertirnos en un obstáculo para nosotros mismos”

Jannik Sinner se convirtió en el primer jugador italiano -teniendo en cuenta varones y mujeres- en ser el número tres del mundo, luego de ganar el ATP 500 de Rotterdam. Tres semanas atrás, había ganado el Australian Open, su primer Grand Slam.

Todos estos logros de un joven de 22 años, que mantiene los pies sobre la tierra. En la previa del certamen de Rotterdam, Jannik charló con Vanity Fair Italia sobre el deporte y otras cuestiones de la vida. 

[No parece exactamente cómodo hablando de sí mismo] “Me gusta hablar de tenis, y de deporte en general. Pero sobre mi vida privada, quiero que siga así (sin hablar de eso). Quiero proteger a mis personas cercanas, manteniéndolas al margen de esto. Lo veo como una pequeña tarea: ellos me ayudaron, cuando era joven, a ganar confianza en mí mismo, hoy quiero protegerlos” contó. 

25 triunfos en sus últimos 26 partidos, número tres del ránking, campeón de los últimos tres torneos que disputó. Le preguntaron a Jannik si es ‘el jugador a vencer’ en la actualidad y esto soltó: “‘El jugador a vencer’ es una palabra grande. Ahora todavía tengo que trabajar, prepararme para todo. Soy uno de esos a batir, digamos. [¿Quiénes son los demás?] “Zverev y Medvedev están jugando muy bien. Carlos (Alcaraz) ya ha ganado dos Grand Slams y es dos años menor que yo. Y luego, está Nole (Djokovic). Nole es Nole”.

Nicola Pietrangeli, bicampeón de Roland Garros y considerado por muchos como el mejor tenista italiano de la historia, comentó que -por ahora- no le ve ninguna debilidad a Sinner. Jannik, reconoció: “Seguramente, puedo manejar aún mejor ciertos momentos de dificultad, todavía hay mucho que puedo aprender de mis errores. Estoy jugando bien ahora, pero es importante seguir trabajando para los momentos difíciles que vengan”.

El ganador de la Copa Davis 2023, confesó a quién le teme más, a su oponente o a él mismo. “Es cierto, a veces podemos convertirnos en un obstáculo para nosotros mismos. Pero la mayoría de las veces somos los únicos que podemos darnos una gran mano. En última instancia, un jugador solo tiene control sobre sí mismo. No podemos controlar el viento, el sol, ni siquiera el rival cuando juega bien: son variables que solo se puede aceptar. Tal como soy, temo más a mi oponente”.

Sinner, es una persona que le dedica mucho tiempo al tenis, tanto físicamente como mentalmente. “En el vuelo tuve 20 horas (en su vuelta a Italia, después de ganar Australia). Pensé en cómo podría mejorar. Me pregunté por qué terminé perdiendo dos sets, por qué ni reaccioné antes. Estoy bastante concentrado, lo que no significa que no esté disfrutando el momento”.

Su relación con el dinero actualmente, teniendo en cuenta todo los logros que consiguió en los últimos meses. “Antes de comprar algo siempre miro el precio, siempre. Si voy a un restaurante y la pasta con salsa de carne cuesta mucho más que la de tomate, me quedo con la de tomate. No porque sea tacaño, sino porque respeto el dinero”.

No quiso responder a quién elegía entre las leyendas italianas: Adriano Panatta y Pietrangeli. Tampoco entre Agassi y Sampras. A Borg lo eligió sobre McEnroe. Con Roger Federer, le hubiera gustado jugar. 

[¿Cuándo lloró por última vez?] Cuando falleció el otro abuelo, hace un año. ¿Y de alegría? Creo que nunca sucedió. En Melbourne, las gotas de agua “eran sudor”. 

Jannik Sinner, volverá al circuito en dos semanas, cuando arranque la gira de los Estados Unidos con Indian Wells. El oriundo de San Candido intentará nuevamente hacer historia por su país: ningún italiano se coronó en ese certamen.