La joven británica no hace pie en los torneos post coronación en el US Open.
Emma Raducanu viene con una mala racha en los certámenes que se hizo presente luego de ganar sorprendentemente y sin ceder sets el Abierto de Estados Unidos.
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Casi un mes después de coronarse campeona del US Open, la británica jugó Indian Wells y perdió en primera ronda ante Sasnovich. Luego, en el Transylvania Open, Marta Kostyuk la despachó 6-2 6-1 en cuartos de final. En noviembre disputó el torneo de Linz, donde era la máxima favorita, y cayó en octavos ante la china Wang Xinyu. Ese fue su último duelo del año debido a que en diciembre dio positivo de COVID-19 y no pudo competir en Abu Dabi.
En su primer partido del 2022, se enfrentó a la novena preclasificada Elena Rybakina (13º), que viene de ser finalista en Adelaida, y la kazaja la aplastó con un contundente 6-0 6-1 en la primera ronda de Sidney.
“Llevaba 21 días sin jugar al tenis y aquí me tocó Rybakina, al menos no perdí 6-0 y 6-0 (risas). Siento que es el inicio de mi primera temporada WTA, así que intentaré llevar un progreso constante«, comentó la Nº18 del mundo luego de la derrota.
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“Habrá un par de cosas que tendré que hablar con mi entrenador (Torben Beltz) y mejorar esta semana de cara a la siguiente”, añadió haciendo referencia a que su próximo desafío es el Australian Open.
Dicho y hecho, lejos de irse frustrada, Raducanu fue directo a la pista de entrenamiento con su nuevo coach para mejorar las cosas que no le salieron en el duelo con Rybakina.
