En una reveladora entrevista con Tennis.com, Emma Raducanu ha compartido la evolución que ha experimentado en su mentalidad. La tenista británica, a sus 22 años, ha aprendido que la felicidad en el deporte de élite no siempre reside en las victorias, sino en un proceso interno de autoconocimiento y consistencia, que está llevando a cabo lejos de los focos.
La vida de Raducanu cambió para siempre en 2021, cuando se coronó campeona del US Open. Sin embargo, la presión que siguió a esa victoria la llevaron a una etapa de aprendizaje profundo. Ahora, con una perspectiva renovada, la ex N°10 del mundo se siente más fuerte que nunca.
«Estoy muy contenta con mi evolución, con cómo estoy progresando«, afirmó Raducanu, quien ha redefinido lo que significa el éxito para ella. «Mi objetivo ya no se centra tanto en los resultados, sino en disfrutar cada día e intentar acumular tantos días buenos como sea posible, sin dejar que se cuelen los malos, o si tengo una mala sesión matutina, intentar recuperarme enseguida«, agregó.
El Trabajo «En la Sombra» que da Frutos
Para la tenista de 22 años, este cambio de mentalidad se refleja en su apariencia y su energía en la cancha. La serenidad que ahora proyecta es el resultado de un arduo trabajo personal que ha realizado lejos de la mirada pública, algo que valora profundamente.
«Creo que cuando me veo ahora, me gusta mucho cómo me veo en la cancha. Me refiero a la energía, y creo que me siento bastante animada. Creo que es más bien que parezco más serena en la pista. Creo que es el resultado del trabajo que hago entre bastidores y que quizá la gente no ve. Me encanta eso, me encanta acumularlo, hacer todo en la sombra«, añadió Raducanu.
La británica también analizó la efímera naturaleza del éxito en un deporte tan exigente como el tenis, donde no hay tiempo para saborear una victoria. «Los resultados son tan efímeros. Aunque ganes el US Open, solo eres grande durante unos días, y luego vuelves directamente al trabajo. Sí, es un calendario tan implacable que hay un torneo cada semana. Incluso si ganas un Grand Slam y pierdes, ya sabes, porque estás cansada la semana siguiente, sigues sintiéndote mal por haber perdido«, cerró.
