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Los argentinos que lograron vencer a Nadal en polvo de ladrillo
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Hace 4 añosen
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Set TenisA raíz del triunfo de Diego Schwartzman en el día de ayer frente a Rafael Nadal, repasaremos los triunfos de los argentinos ante el español en su tierra sagrada.
Ganarle a Nadal en polvo de ladrillo, no sucede muy a menudo, por eso cada vez que alguien logra derrotarlo, trasciende absolutamente todo y queda para la historia. Y en la jornada de ayer, se vivió un gran batacazo y se trata del gran triunfo del Peque Schwartzman sobre el mallorquín.
Y tras esta icónica victoria, solamente cuatro argentinos pueden inflar el pecho y de decir que le ganaron alguna vez a Rafa en esta superficie. El primero fue Guillermo Coria, quien, en el año 2003, venció a Nadal en los octavos de final de Montecarlo por 7-6 y 6-2.
Luego fue el turno de Gastón Gaudio, quien no le ganó en una oportunidad, sino que lo hizo tres veces. El primer triunfo fue en 2003 en Hamburgo y el argentino se impuso con un doble 6-2. Después, un año más tarde volvió a vencerlo, pero esta vez en Bastad y por 6-2 6-3. Y finalmente, el tercer y último triunfo de Gaudio sobre el actual número 2 del mundo fue el año 2005 y en el ATP de Buenos Aires. Donde el argentino derrotó a Nadal en cuartos de final por 0-6, 6-0 y 6-1.
Y para que otro argentino pudiera domar a la “fiera” tuvieron que pasar ocho largos años. Y en el año 2013, seria Horacio Zeballos el verdugo de Nadal en Viña del Mar y la curiosidad, es que el oriundo de Mar del Plata lo venció en una final. Tras perder el primer set, Zeballos remontó el partido y se llevó la final por 6-7, 7-6 y 6-4.
Y el último en sumarse a este selecto grupo, fue Diego Schwartzman. Que en el día de ayer hizo todo bien y ganó el partido más importante de su carrera por 6-2 y 7-5.
Sin lugar a dudas, que no existe ni existirá tenista que domine tan ampliamente una superficie. Rafael Nadal ostenta nada más ni nada menos que 438 victorias en polvo de ladrillo y solo 40 derrotas a lo largo de su carrera. Por eso es el Rey indiscutido de dicha superficie y justamente, ganarle al español en el “patio de su casa” se festeja doble.