Dante Bottini: «He pasado nueve años excelentes con Kei Nishikori y le estoy muy agradecido»

Dante Bottini es un ex tenista argentino y actual entrenador nacido en Coronel Pringles en 1979. Fue coach de Kei Nishikori por 9 años y, hace dos días, el japonés anunció que ya no trabajará más con él. Por esto, Set Tenis conversó con él acerca de sus años con el asiático y sobre su futuro.

¿Por qué dejaste de ser el entrenador de Kei Nishikori?

Me comentó que quería una nueva voz. Lo entendí perfectamente. Fueron 9 años muy buenos en los que hubo un respeto mutuo. Es muy entendible y le deseo lo mejor.

¿Cómo era la relación entre ustedes?

Fuera de la cancha somos muy diferentes. Yo soy más social y efusivo, pero él es más tranquilo. Se podría decir que somos como el agua y el aceite. Dentro de la cancha trabajábamos muy bien. Éramos muy profesionales y nos respetábamos. Él es bien japonés y yo soy bien argentino. Por eso digo que somos como el agua y el aceite. Pero nos llevábamos bárbaro, sino, no hubiésemos estado 9 años (risas).

¿Cómo comienza la relación?

Comenzó en el 2011, yo trabajaba en la academia donde él entrenaba y ahí nos conocimos. Él terminó su vínculo con el coach que tenía antes porque también buscaba un cambio y, bueno, le gustó que yo era joven, que tenía muchas ganas de trabajar, que era bastante duro y así empezamos.

¿Cómo son los japoneses?

Son muy respetuosos, siempre respetan al mayor, son muy obedientes, no les gusta confrontar. Eso es algo que me di cuenta con Kei. Hay que estudiarlos bastante antes de hablar, hay veces que les cuesta decirte las cosas. Me llevo muy buenas anécdotas de su cultura. Son muy disciplinados, sin maldad.

Fuiste tenista y dejaste muy chico…

Yo jugué al tenis toda la vida. A los 13 años me fui a vivir a Buenos Aires y a los 16 años me fui a Estados Unidos por un sponsor. Gané un par de nacionales, estuve metido entre los mejores de mi categoría (79). Luego me fui a Europa a probar suerte, viví en casa rodante y vi que se hacía muy duro. Me di cuenta que no iba a llegar. Por eso a los 19 decidí parar y regresar a Argentina a terminar el secundario. Nunca pensé que iba a ser entrenador de tenis.

¿Y después?

Luego volví a Estados Unidos a jugar al tenis para una universidad y ahí me di cuenta que me gustaba enseñar, transmitir conocimientos. Así se dio que empecé a ser entrenador con chicos y grandes.

Viajaste mucho, ¿cómo fue separarse de familia y amigos?

No tuve muchos problemas, ya de chico viajaba a todos lados y me terminé acostumbrando. A los 13 me fui solo a Buenos Aires, a los 16 a Europa y a los 23 a Estados Unidos y ya me quedé. Obviamente se extraña la familia y los amigos. El tenista deja muchas cosas como cumpleaños, eventos, juntadas, etcétera. Se extrañaban esas cosas pero estaba haciendo lo que me gustaba.

¿Y ahora, qué tenés pensado hacer?

La verdad es que estoy tranquilo. No tengo apuro. Me han llegado algunas ofertas, las estoy viendo. Esto es muy reciente. Quiero tomarme un tiempo para descansar, para estar con familia y amigos.

¿Te gustaría entrenar a algún tenista argentino? ¿Te gustan los que hay ahora en el circuito?

Estoy abierto a todo. No me pongo ningún límite. Del Potro es de otro planeta, es uno de los que más me gusta en el circuito te diría. También me gusta mucho Schwartzman, su estilo de juego y la garra que le pone en cada partido.

¿Cómo hace Del Potro para volver pese a todas las lesiones?

Del Potro es buenísimo. Tiene una cabeza impresionante, no solo por el excelente saque que tiene y la derecha infernal, sino también por la mentalidad, es muy ganadora y tiene una cabeza que otros no tienen.