El Seleccionado europeo llega a la próxima cita del tenis como uno de los máximos ganadores de la competencia. La historia marca el presente del conjunto británico, el cual apostará por la experiencia de sus jugadores para llevarse el galardón.
Si nos remontamos a siglos pasados, es imposible dejar pasar los inicios de este maravilloso deporte y si hablamos de primeros eslabones, debemos hacer referencia a este territorio: Gran Bretaña.
La historia se torna fundamental cuando hacemos mención a esta potencia del tenis, que se proclamó acreedor de un total de diez títulos en la misma (1903, 1904, 1905, 1906, 1912, 1933, 1934, 1935, 1936 y la reciente consagración en 2015). Cabe destacar que prácticamente la totalidad de los logros sucedieron fuera de la era abierta.
La realidad marca que Gran Bretaña está pasando por una sequía en producción de jugadores, sin grandes promesas que preocupan a los conocedores aficionados. El capitán será Leon Smith, que apostará por la experiencia de los campeones de 2015: Andy Murray, Kyle Edmund, Daniel Evans, Jamie Murray y Neal Skupski, en un principio.
Como mencionábamos anteriormente, el equipo proveniente del noroeste europeo no atraviesa por su mejor temporada. Con un Edmund muy por debajo de las expectativas, con repentinas eliminaciones en primeras rondas. Otro de los individuales será Daniel Evans, el cual se mostró irregular en este 2019, pero que también llegó a tener buenas actuaciones.
La gran ilusión será Andy Murray, quien volvió de una lesión a mediados de año tras una operación de cadera y el implante de una prótesis. El de Glasgow atraviesa un gran momento tras la consagración en Antwerp. Además, el ex número uno del mundo adquirió, durante gran parte de la temporada, experiencia en dobles.
Los doblistas serán, en un principio, Jamie Murray y Neal Skupski, quienes atravesaron un muy buen año, compartiendo equipo durante gran parte del calendario.
Gran Bretaña integrará el grupo E, junto a Kasajistán y Holanda, unas eliminatorias accesibles con respecto al potencial de los múltiples campeones. Existen grandes chances de medirse ante Argentina en unos potenciales cuartos de final.
La historia claramente obliga al presente. Para algunas selecciones obtener la corona es una obsesión y los de Smith lo saben. No sólo defenderán una bandera, sino que desde el 18 de noviembre irán en busca de reafirmar el pasado, para seguir puliendo las bases del futuro.
