Jenson Tyler Brooksby, o simplemente ‘JT’, nació en Sacramento en el año 2000 y creció en una familia muy allegada al deporte amateur. Juega al tenis desde que tiene uso de razón y, desde los siete años, es pupilo de Joseph Gilbert, fundador de una academia de tenis en su ciudad natal. «De hecho, mis padres fueron entrenados por Gilbert mucho antes que yo. Él solo trabajaba con adultos pero un día mi mamá y mi papá le preguntaron si podía intentar enseñarme a jugar», comentaba Brooksby a una entrevista para la ATP. Más de una década después, la conexión entre ambos sigue más vigente que nunca.
La carrera del norteamericano despegó en 2021 pero, si retrocedemos unos años, veremos que sus primeros grandes destellos en el circuito se dieron en el US Open 2019. En aquel torneo, Brooksby recibió una wildcard para jugar la qualy tras haber ganado el Campeonato Nacional Sub 18 de la USTA (Asociación de Tenis de Estados Unidos). Tras acceder al cuadro principal, su primera gran victoria llegaría en su debut al ‘retirar’ Tomas Berdych (el checo no jugó otro partido después de esa derrota). En diciembre de ese año, sin embargo, Brooksby sufrió una grave lesión en el pie que lo alejó de las canchas hasta mediados de 2020 y le impidió seguir su carrera en la Universidad de Baylor. Debido a ello, el americano cambió su decisión: ya no iría a la universidad y comenzaría de frente su carrera en el circuito profesional.
14 meses pasaron para que Jenson regrese a las pistas de tenis y lo hizo de una manera espectacular, llegando a cuatro finales de Challenger y levantando tres títulos en los primeros cuatro meses del año: Potchefstroom (dura), Orlando (dura) y Tallahassee (green clay). Luego, confirmaría su gran momento en el circuito ATP siendo finalista en Newport (césped) y semifinalista en Washington (dura).
Para definir su tenis es mejor usar las palabras del propio Brooskby: «Es único. Mi juego no se basa en grandes armas o en debilidades. Siento que soy muy sólido desde todos los lados de la pista. Mi movimiento es bueno y soy capaz de mover bien la pelota. Soy un jugador disciplinado que se mantiene concentrado durante todo el punto«. Y es que es así, el juego del nacido en Sacramento gira alrededor de su consistencia, su variedad y su capacidad para pasar de la defensa al ataque. Y si bien todos sus tiros desde el fondo de la pista son sólidos, sobresale su tiro favorito: su revés.
Además, Brooksby encara los partidos de una manera muy matemática y busca siempre utilizar el tiro más inteligente, en función a su posición dentro de la pista y a su portafolio de golpes. Quizás no tiene un tenis tan explosivo, ese que quizás protagonice varios videos de highlights en Youtube, pero tiene uno que le permite optimizar su probabilidad de ganar en dos horas de partido. Esto se conoce en inglés como el ‘high percentage tennis» y forma parte de la filosofía del americano y su equipo de trabajo. Pero, como todo tenista, tiene áreas a mejorar. Por ejemplo, su saque no es particularmente muy bueno y aún tiene mucho margen de mejora en ese aspecto. Además, todavía no se siente tan cómodo yendo a la red aunque hay que reconocer que tiene muy buenos instintos para determinar cuándo hay que subir.
Por su manera de entender el tenis, no resulta extraño que su más grande inspiración dentro de una cancha sea Rafael Nadal. «Para mí es increíble ver su capacidad mental y su consistencia. Me encanta la intensidad que incorpora en cada uno de sus partidos«, comenta Brooksby sobre el español. Además, podemos relacionar su capacidad para construir los puntos con paciencia y determinación con una de sus aficiones: el piano. ¿Sus piezas favoritas para tocar? Sonata #3 de Bach, Clocks de Coldplay y The Final Countdown the Europe. Nada mal.
Como tuiteó Andy Murray, Jenson Brooskby es el tipo de jugador que a muchos de nosotros nos gusta ver: mucha variedad, con gran capacidad de entender el tenis y genial en defensa. Aquel que destaca por tener un tenis único.
Mauricio
el
Excelente posteo! gracias