Tomás Etcheverry vivió una pesadilla en Europa

El tenista argentino estuvo preso en Alemania, fue deportado y dio positivo en Covid-19 cuando aterrizó en Argentina.

Tomás Etcheverry es una de las tantas promesas que tiene el tenis argentino en la actualidad. A sus 22 años, ocupa en puesto 144 del ranking ATP y durante este 2021, ganó dos Challengers: uno en Perugia y el otro en Trieste.

Sin embargo, no todo fue color de rosas en su gira por Europa, ya que sobrepasó el tiempo de permanencia en suelo europeo y a partir de allí se desató una verdadera pesadilla. Estuvo más de 24 horas preso en un calabozo en Alemania, fue deportado y al regresar al país dio positivo de coronavirus.

El Comienzo de todo

Luego de caer en las semifinales del Challenger de Banja Luka, Bosnia, Etcheverry se trasladaba hacia Polonia para competir en un nuevo certamen. “Tuve que cruzar por Alemania. Era todo normal hasta que, en el aeropuerto, cuando me pidieron el pasaporte, me hicieron a un lado de la fila de pasajeros. Estaba solo. No sabía bien lo que pasaba. Observé que hablaban entre las autoridades de migraciones hasta que se me acercaron dos integrantes de la Policía Militar. Sinceramente no entendía nada entre el idioma y todo lo que ocurría a mi alrededor, tuve mucho miedo”, contó el oriundo de La Plata en una entrevista con el diario El Día.

Las autoridades, le explicaron que había sobrepasado el límite de permanencia en territorio europeo. «Me dijeron que son 90 días en países que pertenecen a la Comunidad Económica Europea y que me tenían que deportar. En ese momento entré en pánico”, recordó.

Luego de esta situación, fue esposado y llevado hacia un calabozo en la ciudad Köln, donde permaneció alojado por 24 horas. Se pudo comunicar con su familia para contarle lo sucedido, mientras las autoridades de la ATP buscaban una solución.

“Cometí un error sin querer, ya que superé por 23 días el límite de estar ininterrumpidamente en el territorio de la Comunidad Económica Europea, que por la pandemia se redujo a solamente tres meses, pero mi falla estuvo en que creí que al ir a jugar el US Open no se contabilizaba ese lapso del tiempo, pero no fue así, siguió corriendo en el conteo”, explicó.

A pesar de todo, Etcheverry remarcó que: «Me trataron bien, pero me sentí como un delincuente. Ni bien me dijeron que estaba en libertad tomé el primer avión para volver a la Argentina”.

El inesperado final

Como si fuera poco, cuando aterrizó en el país, dio positivo de Covid-19, algo que lo sorprendió. «Fue otra sorpresa. En mi estadía en Europa y Estados Unidos me hicieron un sinfín de hisopados, todos negativos. Me trasladaron en un taxi especial a un hotel en Buenos Aires, donde estuve aislado solo en una habitación durante diez días”, cerró Etcheverry, quien será de la partida en el Challenger de Buenos Aires.