Las declaraciones de Novak Djokovic para el portal WWOS australiano dieron mucha tela para cortar. El serbio habló el tormento que sufrió tras su deportación de Australia el año pasado y cómo lo afectó en los meses posteriores.
«Me convertí en un villano»
El mejor deportista serbio de la historia venía de un 2021 de ensueño. Ganó tres de los cuatro Grand Slams, y se quedó a las puertas de una medalla olímpica. Llegaba al Australian Open 2022 como el máximo candidato, pero también arrastraba una polémica.
Al no estar vacunado contra el Covid-19, Djokovic ingresó al país con una excepción médica que le permitía no inocularse. «Llegué a Australia con todos los papeles correspondientes. Todo se salió de control y me trataron de esto o aquello». El máximo ganador del torneo y vigente campeón, no pudo defender su corona porque fue deportado.
«De repente me convertí en un villano del mundo, que es una terrible posición para un atleta», dice Nole con respecto a cómo trataron los medios la noticia. «No había una gran narrativa sobre mí. Me quedé en casa durante semanas para que las cosas se calmaran».
Además, las declaraciones de Djokovic apuntaron directamente contra los medios: «Me atacaron mucho durante meses. Todavía me duele, y lo que más me lastima es que hay gente que se hizo una idea equivocada de lo sucedido».
Queriendo pasar la página, Novak Djokovic llega al 2023 en busca de revancha. Es el máximo ganador de Australia y el segundo en Grand Slams, solo por detrás de Rafa Nadal, que lo aventaja por uno, 22 a 21.
Después de conquistar Adelaida, tuvo su primer entrenamiento en el suelo de Melbourne y tuvo que salir atendido. Una molestia en el isquiotibial izquierdo no le permitió terminar con su práctica. Sin embargo, solo fue una molestia y llegaría al primer Grand Slam del año sin inconvenientes.
