Luciano Darderi, el argentino que decidió jugar para Italia

Luciano Darderi es un chico de 18 años nacido en Villa Gesell que representa a Italia desde el 2016 y actualmente se encuentra en el TOP 10 del ranking junior. En las últimas horas, Set Tenis tuvo la posibilidad de dialogar con él para conocer su historia y el por qué de su resolución.

«Tuve la nacionalidad siempre, desde chiquito. Sin embargo, la decisión de no jugar para Argentina la tomé de más grande, me dí cuenta que en Italia iba a tener más posibilidades de desarrollarme como jugador y mejorar mi nivel», indicó Luli, que antes de la pandemia del COVID-19 había logrado campeonar en tres torneos juveniles muy importantes que lo depositaron entre los mejores de ese nivel.

Desde chico, el argentoitaliano dio sus primeros pasos tenísticos en la costa argentina, de todas maneras, a los 6 años se mudó a Buenos Aires para entrenar en el Club Harrods Gath & Chaves. A pesar de instalarse en la Ciudad, el joven descubrió que las posibilidades de disputar torneos en nuestro país eran ínfimas y que el apoyo de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) era menor, por lo que a los 14 años encaró hacia otro lado: «La carrera se me estaba haciendo cada vez más cara. Con la AAT tuve muy poca relación y nunca recibí apoyo por parte de la misma. Por eso me nacionalicé». Desde hace un tiempo, Darderi vive en Roma junto a con su padre Gino y su hermano Vito, que también juega al tenis y es uno de los mejores jugadores de su categoría (2008). Según relató, sus objetivos a corto plazo son ganar cada vez más partidos a nivel profesional. En menores, ya tuvo la oportunidad de disputar el US Open 2019 y el Australian Open 2020.

La facilidades y el sustento monetario que otorgan algunas asociaciones extranjeras no son un cuento. En estas últimas dos semanas, gracias a la intervención de la Federación Italiana de Tenis (FIT), Luli recibió una invitación para disputar el Challenger de Cordenons y allí tuvo una participación destacadísima: «Le gane a un jugador que está entre los 130 mejores del mundo (Antoine Hoang, 127 ATP). No me impresionó nada pero sentí que había un nivel muy, muy parejo, esos partidos me dieron la posibilidad de disputar la qualy del Masters 1000 de Roma», confesó el chico que sabe hablar italiano e inglés desde pequeño.

Sí, Darderi jugó la clasificación en el prestigioso torneo que se lleva a cabo en el Foro Itálico hace 51 años y se convirtió, de esta manera, en el cuarto jugador categoría 2002 en luchar por el ingreso a main draw de un torneo de esta jerarquía. Antes de su partido de primera ronda contra el portugués Joao Sousa, 68 del escalafón mundial, dejó en claro sus objetivos en el evento: «Quiero jugar lo mejor posible y estar a la altura. Es un nivel muy alto». El geselino estuvo muy suelto en el encuentro y mostró muy buenas armas, más allá de la derrota en tres parciales.

Su prioridad máxima es meterse, algún día, entre los 20 mejores del mundo (ya ingresó entre los 1000 primeros). Las cualidades técnicas están, y ahora las posibilidades también. Darderi es un jugador al que le gusta mover al rival de lado a lado e intenta cada vez que sale a la cancha tomar la iniciativa con golpes rápidos y potentes, sobre todo a la hora de sacar. Para pulir su juego, no pudo haber elegido un mejor espejo: «Mi referente es Juan Martín del Potro, desde muy chico lo miré y siempre me gustó». Argentina sigue presente en él, como cuando ganó la Copa Davis junior en 2016 para el país, antes de tomar la determinante decisión.

El caso de Luciano Darderi es un reflejo claro de la situación que atraviesa la AAT y el tenis argentino. La falta de torneos, oportunidades, sustento económico y muchísimas otras variables harán que los excelentes jugadores que salen del país se vean en la dicotomía de representar a su país o ser en un futuro mejores tenistas. Es hora de trabajar para que no haya otros Lucianos Darderis.