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Nuevas acusaciones contra Zverev por violencia de género
Publicado
Hace 3 añosen
A finales de 2020, Olya Sharypova denunció a través de los medios a Alexander Zverev por violencia de género. La rusa dio a conocer los múltiples episodios de violencia que se dieron en agosto y setiembre de 2019, tanto en el US Open como en la Laver Cup. Todo ello fue desmentido por el alemán diciendo que «las acusaciones simplemente no son ciertas». Ben Rothenberg, uno de los periodistas que tuvo la posibilidad de charlar con Sharypova, ha publicado la segunda parte de su entrevista realizada en noviembre de 2020.
Rothenberg cuenta que después de la Laver Cup, Sharypova acompañó a Zverev a la gira asiática (Beijing y Shanghái). En Shanghái, la rusa recibió la visita de la madre de uno de sus amigos, Mrs. V. Juntas fueron a ver al alemán en su debut en el torneo y luego fueron a un salón a realizarse un tratamiento facial. Sharypova narra que fue allí cuando Zverev le comenzó a mandar miles de mensajes: «Me decía: ‘¿Por qué llego al hotel y no estás acá? ¿Por qué te tengo que esperar? ¿Acaso no me quieres?, mientras yo pensaba: ‘¿Qué está hablando? Yo no armo una pelea porque te vayas a algún lado'».
Cuando regresó al hotel, Zverev se fue inmediatamente: «En ese momento solo quería agarrar mis cosas e irme, no sabía qué hacer.» Tras ello, comenta que por segunda vez en el mes se inyectó insulina. El alemán regreso un tiempo después y la ayudó a recomponerse al verla descompensada, con un nivel de azúcar muy bajo. Sin embargo, a medida que se recuperaba, Zverev comenzó otra vez: «Él me preguntaba, ‘¿Por qué me haces esto? ¿Entiendes lo que esta pasando?’ Luego me comenzó a gritar y me dijo, ‘si tu mueres en esta habitación, me traerás grandes problemas. Eres una gran responsabilidad para mí».
El día después, tras acordar a no ir al partido del alemán frente a Rublev, Sharypova narra: «Estaba en un mal momento. Él me dijo: ‘Si esto es así, entonces debes empacar e irte a la mierda’, yo le respondí, ‘OK!, viajaré a Moscú y cuando regreses, no estaré acá». La rusa se fue a bañar mientras Zverev continuaba gritándole: «Cuando salí del baño, estaba por agarrar una toalla y me dijo que me vaya inmediatamente. Yo me quedé diciéndole, ‘¿no puedes esperar unos minutos por favor? Estoy desnuda». Luego Sharypova comenta que Zverev la atacó de la manera más violenta que ella recuerde, agarrándola del cuello, empujándola fuertemente contra la pared del baño y pegándole.
Sharypova se defendió como pudo: «Estaba tratando de protegerme. Me decía: ‘Espero que mueras, has tenido que morir ayer pero no acá. Si quieres morir puedes tomar insulina e ir a la calle porque yo no quiero problemas.» La rusa recuerda que le decía al alemán: «‘¿Qué quieres de mí? ¿Me quieres pegar? Ya lo hiciste». Después de este violento episodio, Zverev se fue de la habitación y el padre de Sascha entró a la misma para decirle que tenía hasta la tarde para irse. También le dijo que la iba a demandar si no lo hacía, amenazándola porque tenía fotos de cómo le pegaba a su hijo.
Como bien remarca Rothenberg, en la entrevista post partido de Zverev tras su victoria contra Rublev, aparecen tres arañazos en el cuello del alemán como resultado de la pelea con Sharypova, quien efectivamente no estuvo presente en el box del alemán. Aquello confirma los hechos contados por la rusa. Asimismo, otras pruebas son las fotos y mensajes que le mandó Sharypova el 12 de octubre de 2019, días después del ataque, a una de sus amigas en las que se muestran las moretones en su rostro y en su brazo.
Otra persona que puede dar fe de los hechos es la madre de uno de los amigos de Sharypova que viajó a Shanghái. Después de la ida al salón para el tratamiento facial, Mrs V recién se comunicó la rusa hasta horas después cuando Olya le comentó todo lo que había pasado: «Todo lo que podía hacer en ese momento es hacerla sentir segura». Por ello, juntas viajaron a su casa en Phuket, Tailandia donde se quedarían por los próximos dos meses. Asimismo, comenta que Zverev continuó mandándole mensajes a Olya pidiéndole regresar a estar juntos, algo que no sucedió.
Ben Rothenberg volvió a comunicarse con Sharypova este año y ella le comenta que ha estado trabajando con profesionales en su salud mental y está volviendo a confiar en los demás. «Quería hacerlo público porque muchas mujeres en mi situación se quedan calladas por miedo. Quería mostrarles a todos que no es tan difícil hablar sobre esos temas. Que te haya pasado esto no significa que eres una mala persona o que te mereces este tipo de vida«, cerró la rusa.
Economista que le gusta el tenis y escribe sobre eso. Contacto: analucia@settenis.com.ar