Diez años después, Victoria Azarenka regresa a las semifinales del Abierto de Australia derrotando a la cabeza de serie N°3, Jessica Pegula y desplegando su mejor tenis
Al comenzar la temporada en Adelaida pudimos observar que Vika Azarenka se encontraba en gran estado, sus movimientos en cancha evidenciaban confianza y demostraba una reversión de quien supo ser dos veces campeona del Australian Open.
El primer Grand Slam del año comenzó y Azarenka continuó mejorando su nivel, a sus 33 años, la bielorrusa reservó lugar en la segunda semana y como si fuera poco, regresó a las semifinales después de una brecha de 10 años tras vencer por 6-4, 6-1 a la cabeza de serie número 3 Jessica Pegula.
Será la primera semifinal de Azarenka en Melbourne desde su carrera por el título de 2013, la primera semifinal de Grand Slam desde el US Open de 2020 y su novena en general.
La estrategia de Vika
La dos veces campeona del Abierto de Australia (2012-2013) sabía que necesitaba una estrategia clara para vencer a Jessica Pegula ya que la estadounidense está jugando a un nivel altísimo desde la pasada temporada, es rápida y tiene un primer golpe de excelencia, sumado a la inteligente habilidad de elegir el tiro correcto en cualquier situación.
El plan implementado por Azarenka fue sencillo pero arriesgado: logró que Pegula se mueva de un lado a otro sin detenerse. No fue sencillo y la estadounidense dio pelea hasta donde pudo, aunque en el segundo set se quedó sin ideas y Vika aprovechó el envión.
La importancia del proceso
Los amantes del tenis celebran que Azarenka esté de regreso 10 años después en las semifinales de un Grand Slam, la vimos levantar el trofeo en el año 2012 y 2013 y a sus 33 años vemos la resignificación de una jugadora de excelencia en la pista.
Todos sabemos por lo que pasó la bielorrusa hace unos años, una etapa oscura donde sufrió tanto dentro como fuera de la pista, pero ahora aquello quedó atrás y en conferencia de prensa la oriunda de Minsk dejó interesantes declaraciones:
“No es algo que reconozcas de inmediato, es algo que se acumula hasta que llegas a un punto tan malo donde nada tiene sentido. Te sientes perdida, estaba en un punto donde no encontraba nada que me hiciera sentir bien conmigo misma, ni siquiera una oración. Acepté la ansiedad que tenía, el miedo que tenía, pero trabajé a través de todo eso. Aprendí a construir ese proceso paso a paso en lugar de centrarme tanto en las metas, enfocado en el proceso. Hoy estoy feliz por todo lo que he pasado, feliz conmigo misma, todo esto me ayudó a ser más abierta, tolerante y compasiva. ‘Compasiva’ fue una palabra muy difícil de entender para mí”
Al respecto de cómo afrontar la competición desde otra perspectiva, manifestó: “Disfruto de todo, pero sobre todo de ser capaz de aceptar cada cosa que sucede. Si no estoy jugando bien, empiezo a buscar una solución para superarlo, esto en el pasado habría reaccionado cabreándome. Siento que estoy disfrutando del proceso, aunque es un cliché decir esto, mucha gente lo dice, pero en realidad lo siento así. Incluso si dije esto en el pasado, no lo decía entendiéndolo como ahora”.
Semifinales
En semifinales Vika se enfrentará a la última ganadora de Wimbledon, Elena Rybakina. La kazaja recuperó su nivel luego de ciertos altibajos en la última etapa de la temporada y se transformó en la gran amenaza de este Australian Open. En cuartos de final derroto a Jelena Ostapenko en un partido brillante con su servicio, con el que conectó 11 saques directos y tan solo lo cedió en una ocasión y además estuvo sólida en el fondo de pista.
Tendremos un atractivo choque en semifinales entre dos jugadoras que reencuentran su mejor versión y lo dejarán todo en la pista por un lugar en la gran final del primer Grand Slam del año
